¿Quién no ha oído al conversar sobre este tema expresiones como “es natural”, “es lógico” o incluso “todos los animales lo hacen entre sí"? Existe en estos razonamientos una obvia falacia naturalista: el que el león se coma a una cebra es un acto desprovisto de significación moral, ya que ninguno de los dos es un agente moral en el acto. No actúan siguiendo el precepto del bien y el mal.
Sin embargo los seres humanos sí somos sujetos morales. Y por tanto, para saber si algo está bien o mal, no puede ser suficiente con revisar la cadena trófica y tomarla como ejemplo de nuestro comportamiento.
Tomemos un ejemplo muy significativo: el canibalismo. Encontramos en el pasado casos de prácticas caníbales en distintas culturas de todo el mundo. Partiendo de esta evidencia, concluimos que nuestros antepasados comían a otros seres humanos, una práctica que hoy consideramos inaceptable. Esta negación actual del canibalismo responde exclusivamente a un juicio moral, lo que demostraría que la decisión de comer o no carne de animal depende exclusivamente del progreso moral , y no a una cuestión de instinto natural.
El debate moral se presenta así, otra cuestión es el debate sobre la salud, o la necesidad de nuestro cuerpo de ingerir carne. Anticipando otros comentarios, dejamos aquí las palabras del fisiólogo inglés E.H. Starling, que recomendaba: “ocúpese de las calorías, que las proteínas se ocuparán de sí mismas”
No hay comentarios:
Publicar un comentario